Lanzarote, una isla con encanto.

Disponer de un archipiélago como el canario, con una temperatura media durante todo el año de 22 grados y una buena comunicación aérea con la península es todo un privilegio. Un rincón de nuestra geografía que cualquier español debería conocer. Cada isla es diferente, y en el caso de Lanzarote su singularidad está muy marcada. Conozcamos un poco más de ella.

Lanzarote es la tercera isla más habitada de las Islas Canarias y la más cercana al continente africano. Es una isla de origen volcánico, con un paisaje semidesértico, formado por sedimentos de magma y arena procedente del Sahara, con una escasa vegetación. Dispone de un parque nacional, dos parques naturales y una reserva natural protegida. La isla en su totalidad está declarada Reserva Natural de la Biosfera por la UNESCO.

A pesar de su paisaje agreste, pero de una gran belleza, está dividido en siete municipios con una población que oscila de los 5000 habitantes de Haría a los 65.000 de Arrecife. Todos los pueblos tienen acceso a la costa. Su aeropuerto, situado en el término municipal de San Bartolomé, tiene un tráfico de más de cinco millones y medio de pasajeros al año.

La temperatura tan agradable que tiene Canarias, viene determinado no solo por su latitud, más cercana al Trópico, sino por su situación geográfica privilegiada. Al estar frente a las costas de África recibe el calor que emana del desierto del Sahara, y al mismo tiempo, llegan hasta ella las corrientes de aire frío que circulan por el Océano Atlántico. En las Islas Canarias confluyen dos corrientes de agua: la corriente costera del Noreste, que trae el frío del océano, y las corrientes más cálidas, que llegan del sur del Golfo de México. Todos estos fenómenos se mezclan en el archipiélago generando un microclima.

La idiosincrasia del pueblo canario se caracteriza por su tranquilidad. Parece como si en las islas el tiempo pasara más despacio que en la península. Si a eso le añadimos que Lanzarote es una isla de tamaño mediano, lo convierte en un remanso de paz. Un lugar ideal para descansar y desconectar.

El lugar que Jon Kortajarena eligió para descansar.

El periódico El Español nos presenta la impresionante villa que adquirió y reformó el actor vasco en Famara, un pequeño pueblo pesquero situado al norte de Lanzarote. Consta de dos apartamentos comunicados por un gran patio con piscina. Por un lado, se encuentra un estudio para dos personas, que Jon utiliza para descansar cuando su agenda se lo permite, y al otro lado de la finca, una especie de chalet con capacidad para cinco ocupantes donde aloja a sus invitados.

Está conformado por estancias abiertas de grandes ventanales y espectaculares vistas a la playa. En el jardín, mimetizado con el entorno natural, se encuentra la bañera y la ducha. Jon quería plasmar hasta en el último detalle la sensación de libertad.

Jon Kortajarena es un modelo internacional masculino nacido en Bilbao en 1985. Ha sido la cara visible de campañas de Calvin Klein, Versace y Armani. Como actor ha participado en películas de Tom Ford como “Un hombre soltero”, de Marina Seressesky como “Lo nunca visto” y la vuelta al cine de Julio Medem en el 2005 con la película “Ma ma.”

Es conocido por su interpretación en la serie “Quantico” de la cadena norteamericana ABC, la serie “Alta mar” de Netflix o “El Inmortal”, producido por Movistar. Ha aparecido en varios videoclips de Madona y protagonizó el del último single de la cantante Nathy Peluso.

Kortajarena pasó gran parte de su infancia en Lanzarote, estudiando en un colegio internacional. En unas vacaciones descubrió esta villa en venta, se enamoró de ella y la eligió como oasis para desconectar de su ajetreada vida profesional. Por ella han pasado como invitados, entre otros, los actores Mario Casas y Paco León, y la actriz Blanca Suárez.

Arquitectura fusionada con la naturaleza.

Si hay un artista que ha sabido potenciar la personalidad de Lanzarote, este es el arquitecto Cesar Manrique.

Nacido en Lanzarote en 1919, se formó, en la década de los 40, en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid. Comenzó su carrera como pintor y escultor, con una fuerte influencia del surrealismo. Su espíritu inquieto pronto le hizo abordar otras disciplinas artísticas como el diseño y la arquitectura. Es el autor de los Arts Cars de BMW y el arquitecto que diseñó el C.C. de la Vaguada de Madrid.

En 1966, con la irrupción del turismo, se traslada de Nueva York a Lanzarote, con la idea de potenciar el atractivo de su isla y desarrollar una arquitectura integrada en el paisaje natural.

Es el autor de “Los Jameos del Agua”. Los jameos son tubos volcánicos naturales con flujo de lava en su interior. En el Jameo Chico diseñó un restaurante, y el Jameo Grande, donde se encuentra una piscina rodeada por un jardín, construyó un auditorio al aire libre con capacidad para 600 personas.

La Fundación Cesar Manrique, que alberga parte de su producción plástica, se encuentra en el Taro de Tahiche, una construcción de más de 1.000 metros cuadrados aprovechando el espacio natural de 5 burbujas volcánicas.

En colaboración con el arquitecto Fernando Higueras construyó el Mirador del Río, en el risco de Famara, excavado en el acantilado de la roca, mirando al mar, y diseñó los jardines y piscinas del Hotel Las Salinas en el municipio de Teguise.

Hoy, el aeropuerto de la isla, ilustrado con murales que realizó en los años 50, lleva su nombre.

Qué visitar en Lanzarote.

En el blog «Imanes de viaje» recomiendan que para ver bien Lanzarote hay que estar como mínimo 5 días. La isla ofrece espacios únicos de lo más diverso y variopinto.

Una visita obligada son los parques naturales de Timanfaya y Los Volcanes. El Timanfaya es el volcán más importante del oeste de la isla. En 1730 entró en erupción y se mantuvo activo durante 6 años. La lava sepultó más de 50 pueblos y ocupó un espacio de 200 kilómetros cuadrados. El resultado de aquel fenómeno fue un espacio semidesértico de tonos rojos, negros y ocres, plagado de cráteres.

Muy cerca de allí está el parque natural de los Volcanes. Un lugar ideal para practicar el senderismo, recorriendo laderas y cráteres de antiguos volcanes que recuerdan el origen de la isla.

Visitar Lanzarote permite conocer algunas de las mejores obras del arquitecto Cesar Manrique, especialista en creación de espacios. Además de los “Jameos del Agua” y del “Mirador de Río”, del que ya hemos hablado, se puede visitar “El Jardín del Cactus”, la última obra diseñada por el artista antes de morir en 1992. Se trata de un jardín botánico, aprovechando un hueco extenso en el terreno, en el que se exponen 1500 especies de cactus traídas de todo el mundo.

La isla ofrece espacios naturales curiosos de singular belleza. Este es el caso de la Cueva de los verdes. Se trata de un tubo que se formó de manera natural por la erupción de un volcán hace 5.000 años. Las paredes de lava solidificada van creando un crisol de colores a medida que el visitante las recorre. La Grieta de La Montaña Blanca es una grieta que se formó en la ladera de un volcán. El visitante camina durante cien metros por un pasillo entre dos paredes de lava. Otro lugar curioso es el Charco de los Clios, una charca de color verde formada en el cráter de un volcán sepultado en el mar. El color se lo dan las algas que se encuentran en el fondo del charco, contrastando con el negro de la arena de la playa. En Lanzarote encuentras paisajes que parecen provenientes de otro planeta.

Desde Lanzarote se puede visitar “La Graciosa.” Una pequeña isla situada al noroeste. Tiene 28 kilómetros cuadrados y en ella viven 700 personas. Se llega a ella por medio de un pequeño ferry que sale del puerto de Órzola. La isla está sin asfaltar, no tiene carreteras. Además de la playa cuenta con restaurantes y tiendas que permite pasar un apacible día de playa.

Además de la naturaleza, también puedes visitar sus pueblos. Entre ellos destacan Teguise, con una arquitectura colonial que recuerda ciudades de América como Cartagena de Indias o el casco antiguo de Santo Domingo, capital de República Dominicana. En Arrecife, la capital de la isla, puedes visitar los castillos de San José y de San Gabriel y el charco de San Ginés, un puerto natural pesquero.

Y desde luego, no puedes irte de Lanzarote sin bañarte en sus playas. La mayoría de ellas no son de arena, sino de tierra volcánica. Las más apreciadas se encuentran en el Parque de los Ajaches, en el municipio de Yaiza. Son la playa del Papagayo y la playa de las Mujeres.

Desde la gerencia de estesta empresa de servicio de alquiler de Villa en Lanzarote, Suite Isabela, una villa vacacional de la zona, nos comentan, que una de las características que tiene la isla es que si uno consigue alojarse en un edificio con orientación sur tiene la ventaja de poder disfrutar del sol durante todas las horas del día. Un auténtico privilegio.

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