Relajarse, desconectar, tener nuestro momento de ocio, todo es necesario y por eso es nuestra regla básica en este blog pero hay veces en las que es muy complicado conseguir relajarse, hagas lo que hagas, porque ya no es tu cuerpo el que no quiere hacer las cosas sino tu mente, la que no para, la que no te deja en paz. Yo he vivido esto y lo mejor es recurrir a profesionales que te ayuden a volver a tener un buen estado anímico, en mi caso fue una gran psicóloga en Zaragoza la que me ayudó a salir del poco donde me había metido.
No es sencillo dejar de pensar. El resto del mundo te dice: “tranquila, no pienses”, pero es tan fácil decirlo y tan complicado conseguirlo…
Por si os sirve os voy a dejar un post sobre cómo dejar de pensar tanto pero a mí, personalmente, me sirvieron otras cosas.
Para empezar me recomendaron que anotara cualquier pensamiento negativo que viniera a mi cabeza en una libreta. Los anotaba durante toda la semana y al finalizar tenía que leerlos de nuevo y comprobar si esos pensamientos o problemas eran realmente tan malos como yo pensaba vistos en la distancia.
Todos los días, sin faltar ninguno, tenía que dedicarme 30 minutos a mí misma, a sentirme mejor. A veces tomaba una ducha relajante y untaba toda mi piel en cremas nutritivas y me ponía perfume para sentirme bien conmigo misma. Otras veces salía a caminar, a respirar aire puro o a pasear con mi perro, yo sola, para airearme y ver lo que hay a mi alrededor y que a veces me pierdo por culpa del estrés diario. Algo que también me solía funcionar es sentarme delante del televisor con algún capítulo de alguna serie que me gustara y cogía una buena cerveza y unos panchitos y me dedicaba a ver el capítulo sin pensar en nada más poniéndome como el Quico a base, precisamente, de quicos. Da igual lo que hiciera si era un tiempo dedicado a mí y a nadie más.
Algo que también debía hacer era intentar buscar soluciones a las cosas que me preocupaban porque a veces te das cuenta de que no es tan complicado arreglar algo y otras acabar dejando a un lado el problema porque te das cuenta de que no tiene solución y hagas lo que hagas vas a acabar cayendo en lo mismo así que… ¿para qué darle vueltas?
Sea como sea la solución a veces está en conocerse a uno mismo y el problema es que muchos de nosotros no nos conocemos y debemos empezar a preguntarnos ciertas cosas a nosotros mismos para empezar a hacerlo. A veces yo misma me pregunto el motivo de mis quebraderos de cabeza y no los entiendo del todo.
Me apunté a una academia de inglés y luego cambié mmi trabajo por uno mejor, con mejor sueldo, mejor posición y que me gustaba más pero que me dejaba menos tiempo libre. Aún así, salir a las siete de la tarde no está mal porque aún te queda tarde para jugar con tus hijos un rato antes de darles la cena, comprar algo si lo necesitas porque las tiendas siguen abiertas, y mucho más. El problema viene cuando a las 7, tras salir de trabajar, te vas directa a esa academia de inglés porque tienes clase a las 8 y sales a las 9 por lo que llegas a casa a las 9:30 y te das cuenta de que ya no tienes tiempo para nada, ni siquiera para disfrutar de tus hijos, y te agobias, y los nervios te comen cada día cuando se acercan las siete de la tarde porque no quieres ir a la academia pero te ves incapaz de dejarla hasta que no acabes porque has invertido un dinero y no quieres desperdiciarlo y al final, esa tontería, es la que te pone mal cuerpo y te hace estar cada día en peor estado mental.
Al final lo que importa es que estés bien y que el tiempo libre que tengas puedas aprovecharlo en ti y en nada más que en tu familia y tus hobbies así que, bajo mi punto de vista, disfrutad cada segundo del tiempo libre que tengáis porque lo vais a necesitar.