La adicción es una enfermedad grave. Y convivir o tener relación con una persona adicta a cualquier sustancia o actividad es bastante complicado. Pero, ¿Cómo ayudar a una persona adicta? Pues en este artículo os vamos a dar algunas indicaciones que os pueden ser de gran ayuda. Sin embargo, debes tener siempre presente que la paciencia y el apoyo serán tu mejor arma. También debes ser consciente que para poner fin a la adicción será necesario un tratamiento al que seguro que esa persona no va a querer recurrir.
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Infórmate sobre la adicción
El primer consejo que te va a ser de gran utilidad para ayudar a una persona adicta es informarte sobre la adicción que padece. Ya que no es lo mismo ser adicto al alcohol o las drogas que al sexo o a los juegos de azar.
Por ello, debes informarte bien de la adicción que padece la persona a la que quieres. Debes conocer todo acerca de esa adicción como la manera de actuar o los tratamientos más recomendados para poner fin a la adicción.
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Pide consejo o ayuda a un especialista
Ayudar a una persona adicta no es una tarea sencilla. Por lo que es conveniente pedir consejo o ayuda a un especialista. El experto te acompañará en todo el proceso y te irá indicando los pasos a seguir.
Por ejemplo, para que un adicto acuda a terapia o tratamiento se recomienda elaborar un plan de intervención. Y un experto te puede ayudar a desarrollar el plan y a ejecutarlo de la mejor manera posible.
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Elabora un plan de intervención
Como decíamos en el punto anterior para conseguir que una persona adicta decida someterse a un tratamiento para poner fin a su adicción se recomienda realizar una intervención. Sin embargo, la intervención no debe realizar de manera imprevista, se deben organizar bien para que tengan éxito.
Así, se recomienda pensar bien en un equipo de intervención. Es decir, hay que pensar en las personas que van a formar parte de la intervención para conseguir que sea efectiva. Las personas se recomienda que sean familiares, amigos o personas muy cercanas. También se suele aconsejar que esté presente un mediador, que puede ser un profesional, ya que ayudará a guiar la intervención.
Y no sólo hay que pensar en el equipo de intervención. También hay que organizar la cita y el lugar.
Pero todas estas cuestiones es mejor organizarlas con la ayuda de un profesional porque aportará consejos que tan sólo se pueden conocer a través de la experiencia.
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Busca tratamiento
Por supuesto, la intervención tiene el objetivo de que la persona acuda a un tratamiento para poner fin a su adicción.
Y el tratamiento oportuno es la desintoxicación. “Un tratamiento de desintoxicación se basa en la comprensión de la adicción a nivel intelectual a través de la visión de documentales o películas, la lectura de libros o la participación en charlas o explicaciones terapéutica. También en la desintoxicación física que se lleva a cabo de la mano de médicos profesionales. Y por supuesto, el tratamiento debe tener en cuenta el mantenimiento de la abstinencia dotando a los participantes de las herramientas que llevan a conseguirla. Para ello se recomienda la asistencia a terapias grupales e individuales, se establecen horarios y una rutina y se aconseja la práctica de ejercicio físico. También es fundamental el apoyo del grupo y terapéutico durante el tiempo estimado necesario”, explican desde el centro de desintoxicación “Despierta” en la ciudad de Barcelona que está especializado en el tratamiento de las adicciones al alcohol y las drogas.
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Apoya en todo momento y evita discutir
El apoyo es muy importante para ayudar a una persona adicta. Se recomienda tratar a la persona con amor y mucho respeto. Pero al mismo tiempo se debe mostrar preocupación. Eso sí, sin ira y sin llegar a discutir. Se deben evitar las acusaciones y el enfado. Porque no hay que olvidarse que un adicto es una persona enferma.
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Prepárate mentalmente para su negación
También para ayudar a una persona adicta es importante que te prepares mentalmente. Es habitual que nieguen el problema y que incluso digan que son capaces de dejar la sustancia o actividad sólo, que no necesitan ayuda. O que si no lo hacen es porque no quieren.
Por eso, a pesar de que organices muy bien una intervención puede que finalmente no de resultado porque esa persona no acepte el tratamiento. Así que prepárate mentalmente para su negación por si acaso llega a ocurrir.