Dormir en una casa cueva, recorrer un paisaje de cárcavas en bicicleta, ver el atardecer en el desierto de Los Coloraos y, ya de noche, observar las estrellas, son solo algunas de las tantas actividades a las que te puedes aventurar en este lugar, que se antoja el plan perfecto para todos aquellos a lo que les gusta el turismo activo.
Entre cárcavas y cumbres
En la zona Norte de la provincia de Granada podemos encontrar uno de los paisajes más singulares de la Península Ibérica: una sucesión semidesértica de decenas de miles de cárcavas y ‘badlands’ rodeados de sierras y las cumbres nevadas de Sierra Nevada.
Este lugar supone tal valor para la gente de Granada, que diversas instituciones como la Diputación de Granada, mancomunidades de municipios, grupos de desarrollo, el IGME, las Universidades de Granada y Jaén, y asociaciones de la zona, han promovido la integración del Geoparque de Granada en la Red Mundial de Geoparques de la UNESCO.
Este se trata de uno de los pocos desiertos naturales de Europa, dondelos visitantes pueden caminar, pasear en bicicleta o a caballo por entre sugerentes badlands, paisajes geológicos esculpidos por la erosión en forma de farallones rocosos, gargantas, cañones fluviales, agudas cárcavas, crestas arcillosas y otras mil formas de la naturaleza.
El Geoparque se originó tras decenas de millones de años de formar parte de antiguos mares, cuando emergió y se transformó en una gran depresión cerrada rodeada de montañas, con una variedad impresionante de arroyos y ramblas que recogían las aguas de lluvia, que, sin salida al mar, se acumulaban en un lago que se situaba hacia la zona de Baza.
Este proceso duró cientos de miles de años y la gran depresión se fue rellenando lentamente de sedimentos en forma de capas de arenas, limos y arcillas y yesos. Más tarde, esta cuenca cerrada se abrió por el oeste hacia el valle del Guadalquivir y sus ríos comenzaron a fluir hacia él, creando el paisaje erosivo que conocemos ahora.
Viaje a la prehistoria
Visitar el Geoparque de Granada es como hacer un viaje al Cuaternario y a la Prehistoria, donde conoceremos faunas extinguidas, los primeros homínidos que llegaron a Europa y el medio en que vivían. Recorreremos una concentración de dólmenes de hace 5.000 años, un poblado de la Edad del Bronce donde aparecieron los restos momificados más antiguos de la Península Ibérica es incluso veremos cómo los iberos enterraban a sus muertos y cómo eran sus ancestrales cementerios.
En la Estación Paleontológica Valle del Río Fardes, en Fonelas, la cual se trata de un yacimiento paleontológico convertido en un casi museo, podremos ver cómo era el territorio del Geoparque hace dos millones de años cuando estaba repleto de jirafas, rinocerontes, hienas, mamuts, tigres de dientes de sable o guepardos.
Al norte del Geoparque, la Gran Senda de los Primeros Pobladores nos sumerge directo al Centro de Interpretación de los Primeros Pobladores y los yacimientos paleontológicos de Orce, el poblado de la Edad del Bronce del Castellón Alto, la necrópolis íbera de Tútugi y el Museo Arqueológico, en Galera.
Cuando pasemos por Gorafe no podemos perdernos del Centro de Interpretación del Megalitismo, que cuenta con información detallada de las rutas por los dólmenes de su Parque Megalítico. Mientras que al llegar a Baza, el yacimiento arqueológico de Basti, nos trasladará a la antigua ciudad íbera, lugar del hallazgo de la Dama de Baza, sin olvidarnos de dar un paseo por el Centro de Interpretación de los Yacimientos Arqueológicos de Baza, y su interesante Museo Arqueológico.
Un hotel muy ancestral
Este paseo te llevará a los pueblos de la zona, los cuales están dotados de cientos de cuevas que fueron habitadas en la Edad de Piedra y que ahora han sido recuperados como alojamientos, restaurantes, bodegas, museos, baños árabes, etc., que te permitirán vivir la aventura de dormir en una cueva prehistórica, pero dotada con todas las comodidades de hoy en día.
Por ejemplo, las localidades de Baza, Benamaurel, Orce, Galera, Castilléjar, Guadix, Benalúa y Purullena aún ofrecen una experiencia inmersiva en populares barrios de cuevas. E incluso, la Trópolis de Alcudia de Guadix, ofrece un conjunto museístico y de ocio que acerca la cultura de la Hoya de Guadix y de las casas cueva a través de la elaboración tradicional de pan, vino, queso y artesanía.
Acción y relax
El equipo de Ecoactiva, quienes organizan actividades de turismo en este Geoparque, nos cuentan que es posible disfrutar de una variedad de actividades de ocio y aventura: rutas a pie, en bicicleta o a caballo e itinerarios en 4X4 por variedad de senderos.
Está el embalse del Negratín, que se trata de un escenario natural magnifico de bellas playas en donde se pueden practicar variedad de deportes náuticos. Por su parte, la Estación de Vuelo Libre del Cerro del Jabalcón ofrece relajantes paseos en globo o la aventura extrema de lanzarte al vacío.
Incluso, el parque tiene una opción terapéutica gracias a sus aguas termales en su subsuelo. Los balnearios de Graena, Alicún de las Torres y Zújar, activos durante veinte siglos, ofrecen estancias y programas para perderse lejos del estrés de la rutina diaria de la ciudad, incluyendo una variada oferta de ocio alternativo y escenarios incomparables para el entretenimiento de los turistas.
Los conjuntos Históricos declarados de Guadix, Castril de la Peña y de Baza no pueden faltar en tu itinerario, ya que ahí podrás ver el impresionante teatro romano y la catedral, en Guadix, la Peña y el castillo medieval en Castril, y la medina y los baños árabes, en Baza.
Paisajes inolvidables
El Geoparque de Granada cuenta con más de 70 lugares de interés geológico (LIGs) por su valor científico, didáctico y turístico. Además, tiene un listado de paisajes de visita obligatoria como el Mirador del Fin del Mundo, los miradores de Marchal y Purullena, y Los Coloraos, un paraje del desierto de Gorafe que debe su nombre al color predominante en las formaciones geológicas de sus tierras arcillosas y cuya belleza le quita el aliento a todo el que le admira.
Por su parte, el mirador del Jabalcón, con sus 1.488 metros de altitud, muestra una espectacular panorámica de 360 grados de gran parte del norte de Granada; mientras que la pasarela de la Cerrada del río Castril ofrece uno de un relajante y hermoso paseo para el viajero.
Gastronomía inmersiva
En materia gastronómica, los aficionados del buen comer y el turismo de sabores no pueden perderse la “lata” de cordero segureño, acompañada de un excelente vino de la tierra.
Además, podrán encontrar cientos y variados menús en los diferentes restaurantes de las casa cueva, por ejemplo, en el del Tío Tobas, la costumbre es que los huéspedes elaboren su propio pan y queso. Pero también, está la opción de La Tinaja, en Guadix, con sus deliciosas carnes en brasa y sus interesantes propuestas de jornadas gastronómicas de cocina tradicional.
El museo taller de Trópolis, abierto en Alcudia de Guadix, reproduce la actividad rural y etnográfica de la comarca en torno a cinco elementos: el pan, el vino, el queso, el trogloditismo y la artesanía. Mientras, Guadix y Baza celebran El Cascamorras entre el 6 y el 9 de cada septiembre. En esta fiesta ambos pueblos se disputan de forma simbólica la propiedad de la talla de la Virgen de la Piedad, que tienen los bastetanos. Mientras que por su parte, Huéscar organiza, la última semana de septiembre, la Feria del Cordero Segureño.