¿Te imaginas colocar una cocina antigua de carbón o leña en tu casa? Además de lo bonita que queda, tienes el horno y los fogones encendidos todo el tiempo, sin desperdiciar energía, calientas la vivienda y la comida tiene un sabor especial. Toda una experiencia.
Estas cocinas, que parecen provenientes de otra época, han vuelto a irrumpir en el mercado. Algunos fabricantes las producen en la actualidad con hierro forjado. En el centro de Europa se han convertido en tendencia.
Los comerciales de Ambifuego, un fabricante y distribuidor alicantino de estufas de leña y gas, con más de 28 años de experiencia en el sector de la climatización, comentan que las cocinas rústicas son un producto superior: cocina, horno y calefacción todo en uno.
Estas cocinas eran la forma tradicional de cocinar en las ciudades antes de que se popularizara el gas butano, cosa que sucede en nuestro país a principios de la década de los 60.
En todas las ciudades existía la figura del carbonero. Un señor que iba con su carro, recorriendo las calles, vendiendo carbón a los vecinos. Ese carbón servía para alimentar las cocinas y las estufas de leña. A primera hora del día, lo primero que se hacía era encender el fuego de la cocina. Así estaba lista para cocinar y calentar buena parte de la casa.
Las cocinas de hierro que funcionaban con leña o carbón era una solución urbana. En los pueblos, donde predominaban las casas, se solían construir chimeneas. Algo que no era posible en un bloque de viviendas. Estas cocinas podían durar más de 100 años, por ponerle una fecha. Quedaban fijas en las casas y se transmitían de generación en generación.
La gente empieza a utilizar el gas por comodidad, no por eficiencia. Bastaba con girar la llave de paso y acercar una cerilla al quemador para que la cocina funcionara a pleno rendimiento. No había que estar pendiente de encender la fogata y de limpiar las cenizas.
Las cocinas de leña han demostrado ser una solución más eficiente energéticamente y menos contaminante que el uso del gas y de la electricidad. En los últimos años, se ha vuelto a recurrir a ellas por el auge de las tendencias vintage,
Cocina y calefacción todo en uno.
Una de las mayores ventajas que tienen las cocinas rústicas es que además de ser un electrodoméstico para cocinar, son una fuente de calor que puede caldear toda la casa.
Su funcionamiento es el mismo que el de una estufa. Solo que provisto de unos fogones en la parte superior y de un horno, por lo general, en el lateral. En la parte de abajo cuenta con un habitáculo en el que se enciende un fuego con leña o carbón. El suelo de este habitáculo suele estar formado por unas rejillas, que facilita que las cenizas de la combustión caigan a un cajón, lo cual hace más sencilla su limpieza.
La fabricación en hierro fundido se debe a que este metal es resistente a las altas temperaturas y a que es un conductor del calor. La energía calorífica que desprende la fogata y, posteriormente, de las brasas, se traslada a las diferentes partes de la cocina y se irradia por el resto de la casa.
El hierro conserva tiempo el calor, por lo que hace que estas cocinas sean de bajo consumo. En el momento en el que seas capaz de controlar el fuego de la cocina, lograrás tener caldeada buena parte de tu casa, sino toda, sin necesidad de pagar una barbaridad en el recibo del gas o de la luz.
El cocinado en las cocinas rústicas es diferente al que se hace con la vitrocerámica. Se basa en un cocinado largo, a fuego lento, en el que los alimentos se van cocinando poco a poco. Esto se refleja en su intenso sabor y en el hecho de que podemos mantener la comida siempre caliente, sin necesidad de recurrir al microondas.
Las cocinas a leña son ideales para elaborar asados de carne, guisos, sopas, estofados, arroces, etc. Su sabor no tiene nada que ver con el que obtendríamos con una cocina moderna. Sin embargo, no son adecuadas para frituras, plancha y elaboraciones de cocina rápida que usamos hoy en día.
Otros beneficios de las cocinas rústicas.
En algunos pueblos de La Mancha se utilizan las cepas viejas que se han recambiado por vides nuevas, como combustible para encender las estufas de leña. Esto se puede aplicar perfectamente a las estufas rústicas. Es una forma de reciclaje de los residuos agrarios que se lleva utilizando desde hace siglos.
Aunque los agricultores no fueran conscientes de ello, estas prácticas forman parte de un estilo de vida y de una economía sostenible. Respetuosa con el planeta.
Esta es solo una pequeña muestra de las ventajas de estos sistemas de calefacción y cocinado, pero hay más. Te reseñamos otros beneficios:
- Versatilidad en la cocina: Estas cocinas permiten cocinar de diversas formas, desde asados y horneados hasta la preparación de guisos lentos. La versatilidad en los métodos de cocción contribuye a la creatividad culinaria.
- Independencia energética: Al utilizar leña, ya que no dependes exclusivamente de suministros eléctricos o de gas. Esto se refleja positivamente en tus recibos.
- Ambiente Acogedor: La presencia de una cocina de leña crea un ambiente acogedor en el hogar. Además de proporcionar calor, se convierte en el corazón de la casa, siendo un punto de encuentro y convivencia.
- Economía de Costos: La leña es a menudo más accesible y económica que otros combustibles. Las cocinas de leña pueden representar un ahorro significativo a largo plazo en comparación con sistemas más convencionales.
- Experiencia Sensorial: Cocinar con leña involucra todos los sentidos. El crepitar del fuego, el olor característico y la conexión táctil con la cocina tradicional ofrecen una experiencia sensorial única y gratificante.
Por muchas razones, las cocinas rústicas son una buena opción a tener en cuenta si quieres dotar de personalidad a tu cocina y darle un aire diferente.
Cuestiones a tener en cuenta en la instalación de las cocinas rústicas.
En teoría, una cocina rústica se puede instalar en cualquier tipo de vivienda: casa, piso, chalet adosado, etc. Si bien, es necesario tener en cuenta algunos aspectos antes de colocarla. El blog de la cadena Bricotiendas publica un artículo con indicaciones importantes sobre la instalación de una estufa de leña que son aplicables a las cocinas rústicas.
Lo primero de ello es que la cocina no puede estar pegada a la pared. Debe haber un metro de distancia por seguridad. Esta distancia también debe aplicarse a los otros muebles de cocina y electrodomésticos. Esto nos obliga a replantearnos el diseño de la cocina, como dependencia de la casa. Lo cual lo hace incompatible con los diseños actuales de cocina moderna. Esto puede parecer un inconveniente, pero en realidad es un aliciente para que agudizar el ingenio.
Otro aspecto que debemos tener en cuenta es que la cocina debe tener una entrada de aire exterior, sobre todo, si es pequeña. De esta manera se puede efectuar la combustión del fuego. El fuego se enciende con la puerta del departamento de combustible abierta. Una vez ha cogido fuerza, se puede cerrar.
El tubo de salida de humos de la cocina debe ser recto, colocado de manera vertical. Deberá sobresalir unos 60 centímetros del punto más alto del tejado del edificio. Si vivimos en un bloque de pisos, para instalarlo, necesitaremos el consentimiento de todos los vecinos.
Las cocinas Hydro.
Una de las novedades de las cocinas rústicas es la versión “Hydro”. Una cocina de leña, que además de calentar los fuegos, puede calentar un depósito de agua o un circuito de radiadores de hierro forjado. Es decir, la cocina nos sirve de caldera.
El blog de la marca de calderas Saunier Duval expresa que si bien esta es una opción interesante y factible, para que sea operativa es necesario hacerle una serie de ajustes. Si quieres que tu cocina de leña te sirva como fuente de calor para toda la casa, necesitas el asesoramiento e intervención de un técnico en climatización.
Algo más sencillo parece, instalar un termo de agua que se caliente con la cocina rústica. Vendría a ser como los termos eléctricos que se utilizan en algunos apartamentos, solo que en lugar de utilizar la energía eléctrica, emplearíamos el fuego de la cocina. Esto le permitiría a una vivienda disponer de agua caliente con una fuente de energía más sostenible.
Esta alternativa presenta sus particularidades y, en cierto modo, sus desventajas. Necesitaríamos estar pendientes de mantener las brasas del fuego y disponer de una leñera o carbonera donde almacenar el combustible. También implica un sistema de limpieza y mantenimiento mayor que otros sistemas de climatización más modernos. Este tipo de cocinas de leña polivalentes ya se están produciendo y, sin duda, los fabricantes irán puliendo estos aspectos.
El regreso de las cocinas rústicas de leña es una realidad que poco a poco está marcando tendencia. Desde luego, es innegable que son más bonitas que ningún otro electrodoméstico que utilicemos para cocinar.
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