Si has decidido iniciarte en esta disciplina artística existen una serie de consejos que deberías tener en cuenta para comenzar de la manera más eficaz. Conocer terminología básica y los distintos tipos de cámara y accesorios más útiles resultará básico. Y la clave, fotografiar todo lo posible para aprender de manera divertida y rápida.
Aunque resulte extraño, decidir qué cámara necesitamos para nuestras fotografías es uno de los primeros pasos que deberíamos realizar a la hora de iniciarnos en el mundo de la fotografía. Si andas perdido por la gran variedad del mercado, siempre puedes buscaar asesoramiento en tiendas especializadas como BargaInFotos.
Existen varios tipos, y de nada serviría comprarnos una cámara profesional con un amplio número de posibilidades si lo único que queremos es poder contar con un sinfín de recuerdos de nuestros viajes y fiestas.
Así encontramos las cámaras compactas que permiten olvidarse de todos los parámetros, pues los valores vienen prácticamente en su totalidad determinados por ella. Las bridge permiten más formatos de archivos (RAW), aunque para iniciarnos es aconsejable guardar en jpg, que aportará calidad a nuestras fotos al tiempo que ocupan mucho menos espacio en nuestra memoria, aunque no podamos retocarlas de la misma manera en editores de imagen. Por último, las réflex permiten determinar todos los valores de manera manual además de poder jugar con un mayor número de accesorios y objetivos. Es decir, las clásicas cámaras de profesionales.
Por ello deberemos decidir “cuánto queremos complicarnos la vida”, y en función de ello elegir una u otra cámara. Si nos decidimos por una réflex, deberemos tener en cuenta qué queremos fotografiar, y en base a ello decantarnos por las posibilidades que ofrecen unas u otras, gama y precio de sus accesorios, ya que si nos hacemos con una Cannon, no podremos por ejemplo hacernos con los objetivos y accesorios Sony. Es básico saber que entre las diferentes marcas de réflex no existe posibilidad de intercambiar elementos.
Es aconsejable leernos el manual de instrucciones de nuestra cámara, por muy aburrido que suene esto, para saber lo mejor posible las posibilidades que ofrece y sobre todo cómo se maneja cada función y elemento. Conocer las funciones básicas de nuestra cámara será el primer paso de todo buen fotógrafo.
Para salir a fotografiar otro paso clave es conocer los elementos que entran en juego a la hora de tomar una foto. El ISO, la velocidad de obturación, la apertura y la profundidad de campo deben ser conceptos claros antes de ponernos detrás de un visor, pues deberemos saber la manera en la que influye cada uno de ellos y los valores requeridos en cada situación para poder tomar fotografías que merezcan la pena.
Una vez dominados estos, tendremos que manejar otros quizá de corte más artísticos como la composición y el encuadre. Respecto a esto, un consejo básico para empezar es seguir la regla básica de realizar fotografías simples, sin demasiados elementos compositivos. Ten claro cuál es el elemento principal que ha llamado tu atención y el por qué, y una vez claro, tener en cuenta tanto la parte de realidad que vamos a capturar como la que dejaremos fuera. Ten en cuenta también el formato, horizontal o vertical, a la hora de disparar. Poco a poco con la práctica iremos educando el ojo, sabiendo rápidamente el plano y la disposición de cada uno de los elementos en la composición.
No intentes cambiar los ajustes de la cámara desde el primer día. Modifica únicamente la nitidez, pues suelen estar en parámetros bajos en las réflex y el ISO. Si tu cámara dispone de un ISO automático puede resultar muy útil para empezar a familiarizarte con este parámetro. Para interiores, por la escasez de luz, utiliza uno alto (desde 800), ayudándote de estabilizadores de imágenes o trípodes que eviten fotografías movidas. Un consejo: evita el flash incorporado en la mayoría de los casos.
Sírvete en la medida de lo posible de libros, foros y de fotógrafos en niveles más avanzados que puedan servir de guía en el proceso de aprendizaje. En definitiva, lo mejor es salir a fotografiar y fotografiar, y no dudar en repetir, disparar y experimentar todo lo posible con nuestra cámara.