España es un país que ha cambiado de un modo tremendo en las últimas décadas, un cambio que no solo se ha notado desde el punto de vista económico sino que, como es evidente, se ha vislumbrado también desde un plano social. Ni somos los mismos que antes, ni seguimos las mismas reglas, ni la mentalidad que atesoramos es igual. Todo es diferente y la sociedad se ha tenido que ir adaptando paulatinamente a todos esos cambios de los que os estamos hablando y que tantas dificultades plantean a veces. No ha sido fácil, pero lo vamos consiguiendo poco a poco.
Una de las diferencias más sustanciales en lo que respecta a la España de hace tan solo unas décadas es la demografía. España, a mediados del siglo pasado, era un país con una mayor parte de la población que era joven. Ahora, a causa del descenso de la natalidad, nos hemos ido aviejando y son muchas las personas que van alcanzando edades importantes. El relevo generacional está menos garantizado que nunca y la verdad es que hay una pirámide poblacional que se ha invertido, siendo su parte más ancha la que corresponde a las edades más avanzadas.
Este escenario plantea una nueva serie de cuestiones. Las personas mayores tienen necesidades bien diferentes a las jóvenes y problemas también bastante contrapuestos. Una noticia publicada en la página web del diario El Mundo ponía de manifiesto uno de ellos: el de la soledad. En el año 2020, había más de 96.000 personas más viviendo solas que durante el año anterior. Y la mayoría de ellas son personas mayores que, como es lógico, van necesitando, a causa de su edad, una cantidad de ayudas cada vez más grande y urgente. Es ley de vida, como suele decirse.
Según otra noticia, en este caso publicada en la web de Nius Diario, cinco millones de personas viven solas en España, siendo la mayoría de ellas mujeres mayores de 65 años. Como veis, la ancianidad es un momento de la vida en el que empieza a ser bastante habitual vivir en soledad. Y eso es un problema si atendemos a que, a medida que vamos cumpliendo años, vamos necesitando la ayuda de una serie de personas a nuestro alrededor para que nuestra vida tenga la misma calidad y el mismo bienestar del que hemos podido ir disfrutando durante toda nuestra existencia.
Es necesario, y también justo, hacer todo lo posible para que nuestros mayores tengan la capacidad de seguir disfrutando de su vida a pesar de todas esas necesidades que, a causa de la edad, puedan ir surgiendo en sus vidas. Por suerte, en España está creciendo el número de personas mayores de 65 años que ha podido disponer de un servicio doméstico en casa para conseguir esa ayuda y bienestar tan necesario en ocasiones. Este dato nos lo han proporcionado los profesionales de Servicio Doméstico Sant Pau, que además apuntan que, de cara a los próximos años, momento en el que empezará a jubilarse buena parte de la población nacida durante los años del ‘Baby Boom’, seguirá creciendo la demanda de este tipo de servicios en España.
La mejora en la calidad de vida permite todas estas cosas
Hagamos un repaso de las cuestiones que podemos ver mejoradas si conseguimos disponer de esa ayuda de la que venimos hablando a lo largo de todas estas líneas:
- Lo principal, que es la salud, se verá reforzado de un modo extraordinario porque tendremos a alguien que la potencie.
- Se reducen los riesgos derivados de las acciones cotidianas en el hogar, que son la causa de muchos problemas físicos entre los ancianos.
- Se ve mejorada la salud mental. Los ancianos no pasan tanto tiempo solos y se pueden apoyar en alguien que también les escucha.
- Como consecuencia de todo esto, la cantidad de años en los que el cuerpo de esas personas se encuentra en buenas condiciones aumenta y se extienden también las posibilidades de disfrutar al máximo de todos esos años.
Como estáis viendo, son muchos los motivos por los cuales es de gran utilidad que se presten servicios dedicados a las personas de la tercera edad. Ni que decir tiene que el hecho de ser un público mayoritario está haciendo que se multipliquen los servicios dedicados a las personas que lo componen. Apoyar el bienestar y el disfrute de todas estas personas es algo que nos tenemos que tomar muy en serio puesto que estamos hablando de seres humanos que han trabajado durante buena parte de su vida, que tuvieron una infancia bastante más complicada que la nuestra y que, a pesar de todo, han llegado a la actualidad con energía y vitalidad para disfrutar de un más que merecido descanso.


