La piel masculina envejece más tarde porque es más gruesa y contiene más colágeno. Sin embargo, las glándulas sebáceas están más activas lo que provoca que la piel sea más grasa.
Aunque la piel cambia a lo largo de la vida y su estado depende de la genética, la contaminación, los cuidados, el estilo de vida, etc.
El acné no es una cosa exclusiva de la adolescencia, ya que puede afectar a personas de todas las edades. Muchos famosos que padecen esta afección se muestran en las redes sin filtros.
El diario La Vanguardia informa que «Justin Bieber, Miley Cirus, Daisy Ridley, Kylie y Kendall Jenner, y un listado cada vez más largo no solo esquivan filtros y retoques de Photoshop sino que adhieren a movimientos de tendencias en redes como #acnepositivity o #spotcreamwin para mostrar que el acné puede existir más allá de la adolescencia, y no hay que avergonzarse de tenerlo (aunque estéticamente no sea del agrado)».
Un estudio del Colegio Ibero-Latinoamericano de Dermatología (CILAD) revela que el 80% de los adolescentes de 14 a 18 años sufren esta patología, pero en el 12% de las mujeres y el 3% de los hombres puede persistir hasta después de los 44 años.
«Los adultos que de adolescentes tuvieron acné pueden seguir teniendo una piel grasa que en momentos puntuales cursará con comedones (puntos negros). Además, existe un porcentaje de adultos que no habiendo tenido acné en su adolescencia sí que lo tienen de adultos, generalmente por alteraciones hormonales», explica la farmacéutica Rocío Escalante.
En el caso de los hombres, «más que por un desequilibrio aparece cuando se producen más andrógenos», añade la dermatóloga Elena Martínez Lorenzo.
Las causas que aumentan más andrógenos son: tabaco, dieta, estrés, uso de cosméticos inadecuados, colonización bacteriana…
Sin embargo, en las mujeres, en cambio, las alteraciones hormonales se mantienen en el tiempo debido a «un embarazo, la menstruación o la menopausia», cita Escalante.
Existen diferencias por sexos, ya que en la mujer adulta, el acné suele aparecer en la zona de mentón y la mandíbula, y en los hombres más en la zona de la barba y la frente.
También existe tratamiento para el acné en edad adulta. El tratamiento dependerá de la lesión, porque si predominan los puntos negros y blancos los especialistas aconsejan higienes faciales periódicas y tratamiento con ácido glicólico.
Si el tipo de lesión es más inflamatoria, el paciente deberá tomar algún antibiótico. Sin embargo, si hay lesiones noduloquísticas, será conveniente realizar tratamiento con isotretinoína.
Es muy importante seguir el tratamiento recomendado y no olvidar la prevención de la piel contra los rayos del sol. Todos los adultos que tengan marcas o marchitas derivadas del acné deben usar protección solar.
La actividad de las glándulas sebáceas también provoca la aparición de los poros dilatados. Aunque los poros no se pueden cerrar porque son necesarios, pero sí se pueden hacer menos visibles si las personas con esta afección utiliza cosméticos con ácido salicílico, ácido retinoico o niacinamida.
También pueden recurrir a tratamientos como la mesoterapia o el microneedling con activos que disminuyen el tamaño del poro. Los dermatólogos aconsejan el botóx porque permite mejorar las arrugas, la flacidez, controla el exceso de sudor y mejora la piel grasa y con acné.
El microbótox reduce la producción de grasa de las glándulas sebáceas y el enrojecimiento de la piel. Es importante aplicarse el tratamiento especificado por el dermatólogo, pero también debe realizar la limpieza diaria del rostro.
«El paso inicial es establecer un hábito de limpieza adecuado y el uso de productos cosméticos «oil-free» o no comedogénicos -que no obstruya los poros de la piel-. Y es esencial no manipular las lesiones de acné», dice la doctora Martínez.
Las personas que sufren esta patología no pueden usar productos que retiran mucha grasa, porque nuestra células intentan evitar la deshidratación produciendo más grasa.
En la farmacia encontrarás productos fabricados con componentes naturales no agresivos con la piel, pero es aconsejable asesorarse bien. Así, que para elegir los productos más adecuados consulta al farmacéutico o auxiliar.
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