Con el paso de los años nuestra sociedad siempre ha ido avanzando y dando pasos adelante en la búsqueda de un mundo mejor y es que por definición somos inconformistas, por lo que siempre pretendemos que todo aquello que tenemos se pueda evolucionar y, con ello, seguir prosperando. En este sentido, a lo largo de los siglos hemos ido descubriendo e inventando nuevos bienes o procesos que nos han permitido, como os decimos, ir progresando a medida que avanzaban los años.
Hemos pasado por revoluciones industriales, guerras y tiempos de paz y todo ello nos ha servido para buscar algo positivo a lo que aferrarnos para seguir avanzando. En esta línea, en los últimos tiempos hemos dado con el plástico, un elemento que en pocos años ha conseguido hacerse con una gran cuota de mercado y es que sus posibilidades son prácticamente infinitas, de ahí que lo tengamos muy presente en nuestro día a día y dependamos de él para muchas cosas. Y es que tan solo basta con que nos giremos desde el lugar en el que estamos para poder comprobar que gran parte de lo que nos rodea está hecho o contiene elementos de plástico.
En la actualidad solemos denominar como plásticos a aquellos materiales constituidos por una variedad de compuestos orgánicos, sintéticos o semisintéticos, que tienen la propiedad de ser maleables y por ende pueden ser moldeados en objetos sólidos de diversas formas. Esta propiedad confiere a los plásticos una gran variedad de aplicaciones, así como su nombre deriva de plasticidad, una propiedad de los materiales, que se refiere a la capacidad de deformarse sin llegar a romperse. Sin embargo, en la actualidad cada vez optamos más por escapar del plástico y es que la concienciación de la ciudadanía con el medioambiente va a más y con ella la mentalidad de prescindir de todos aquellos elementos que realmente pueden llegar a ser perjudiciales para la Tierra. Es por ello por lo que, en la actualidad, cada vez son más las compañías que optan por dejar de lado los plásticos tradicionales y se pasan a los bioplásticos, dado que estos son mucho más eficientes que el plástico tradicional. Y es que el bioplástico es un tipo de plástico derivado de productos vegetales, tales como el aceite de soja, el maíz o la fécula de patata, por lo que esta es su principal diferencia con los plásticos convencionales, los cuales son derivados del petróleo. En este sentido, si vosotros también queréis ser más respetuosos con el medioambiente, nosotros os recomendamos que aportéis vuestro granito de arena con Bioplásticos Genil y es que ellos son expertos en la fabricación de este tipo de productos, por lo que tendréis la total garantía de contar con los mejores profesionales del sector que os asesorarán acerca de cual es la mejor opción de bioplásticos para vuestra compañía.
En la actualidad, en el mercado nos podemos encontrar básicamente dos tipos de plásticos biodegradables:
- Bioplásticos: estos plásticos se obtienen a partir de materias primas renovables.
- Plásticos fabricados con aditivos biodegradables: no son producidos 100% con materias primas renovables, sino que estos plásticos se componen de petroquímicos que mejoran su biodegradación.
Asimismo, la introducción de estos nuevos tipos de plásticos en el mercado, como os decimos, más respetuosos con el medioambiente hace que ya los podamos encontrar en nuestro día a día en forma de:
- Los envoltorios hechos de plástico biodegradable para envasado de alimentos. Recordemos que su descomposición lleva mucho menos tiempo que el plástico tradicional, por lo que sería conveniente utilizar bioplásticos para reducir la contaminación que se origina por la venta masiva de productos alimenticios.
- Sector agrícola. Es una buena opción ya que se puede mezclar con capas de semilla y mantillo y para producir coberturas de suelo y macetas.
- Los plásticos biodegradables son otra opción acertada para la fabricación de ciertos productos plásticos destinados a la medicina como cápsulas degradables en el interior del cuerpo humano, microdispositivos o suturas absorbibles.
¿Qué es la oxobiodegradación y el plástico oxobiodegradable?
Esta es una pregunta que cada vez nos hacemos más y es que, aunque no somos conscientes de ello, cada vez recurrimos más a estos términos. En concreto se conoce como oxobiodegradación al proceso de descomposición de la materia en el que convergen dos etapas, la oxidación y la biodegradación, las cuales pueden suceder a la vez o sucesivamente. Esta tecnología es aplicable durante la fabricación del plástico gracias a la introducción de agentes prodegradantes permite que este material se degrade en mucho menor tiempo que el plástico convencional, de cientos de años a tan solo unos meses con esta tecnología oxo.