El estrés es, podría decirse, la enfermedad más extendida del siglo XXI, pues cada vez más personas se ven afectadas por esta afección y cada vez se descubren más dolencias y trastornos tanto mentales como físicos derivados de esta patología. Desde aspectos ambientales como el ruido y el tráfico hasta factores interpersonales como la relación con los jefes o los compañeros y la falta de conciliación con la familia y la vida social son clasificados como fuentes de estrés para muchos empleados.